El dolor de espalda es una de las molestias más habituales, y puede afectar la zona alta, media o baja de la columna. A menudo es consecuencia de disfunciones vertebrales, tensiones musculares y desequilibrios posturales.
En paralelo, la escoliosis, una desviación lateral y rotación de la columna de más de 10° (medida con el ángulo de Cobb), puede intensificar estas molestias y limitar tu calidad de vida.
¿Por qué es esencial actuar a tiempo?
Cuando las vértebras pierden movilidad o alineación, pueden presionar los nervios que emergen entre ellas, provocando tensión muscular, rigidez y dolor. Cuanto más tiempo pasa, más tarda en recuperarse y en acostumbrarse de nuevo a la buena posición.
En el caso de la escoliosis, esta alteración no solo puede generar malestar local, sino también afectar el equilibrio corporal global, favorecer la degeneración articular si no se aborda adecuadamente. Aunque no se puede reducir con un tratamiento manual únicamente, podemos intentar reducir los dolores, y riesgos de dolores a largo plazo.
Mediante ajustes específicos y precisos, la quiropráctica puede ayudarte a:
Este enfoque puede complementarse con fisioterapia, ejercicios específicos, valoración médica y pruebas de imagen si son necesarias (radiografías, resonancias u otras), facilitando un tratamiento completo y coordinado.
También para la escoliosis, algunos ejercicios específicos se verán añadidos con la ayuda de un fisio o un entrenador para fortalecer el resto de los músculos de la columna.
Si sufres de dolor de espalda recurrente, molestias dorsales que interfieren con tu vida diaria, este enfoque te ofrece una alternativa natural y centrada en mejorar tu calidad de vida. Si tienes escoliosis (con o sin síntomas), el objetivo no es prometer una curación, sino ofrecerte soluciones efectivas, seguras y personalizadas.
Reserva tu consulta evaluativa y da el primer paso hacia una vida con más libertad de movimiento y menos limitaciones.