El dolor cervical, conocido como cervicalgia, se localiza en la zona alta de la columna vertebral, específicamente en las vértebras cervicales, y puede variar en intensidad. Puede manifestarse como rigidez, molestias intermitentes o dolor agudo que limita el movimiento. En casos más agudos, este dolor se convierte en tortícolis, una condición que dificulta la libre rotación de la cabeza, generando rigidez y una notable incomodidad.
La cervicalgia es, a menudo, el resultado de una pérdida de movimiento o una alineación incorrecta de las vértebras cervicales. La columna cervical está compuesta por siete vértebras que, al desalinearse o perder su movilidad, pueden presionar los nervios cercanos. Esta presión provoca irritación, lo que desencadena el dolor y la inflamación en el cuello. Además, la alteración de la función de estas vértebras puede afectar los músculos del cuello, como el trapecio, causando tensiones musculares constantes y generando dolor y malestar en la zona.
En muchos casos, esta presión sobre los nervios cervicales puede extenderse, provocando hormigueos o adormecimiento en los brazos y manos. Los nervios que nacen de la columna cervical están involucrados en la transmisión de señales hacia los músculos y la piel de las extremidades superiores, por lo que cualquier alteración en su función puede desencadenar estos molestos síntomas de hormigueo.
El tratamiento quiropráctico es una opción eficaz para aliviar estos síntomas. A través de ajustes específicos en la columna cervical, un quiropráctico puede restablecer la alineación de las vértebras, aliviar la presión sobre los nervios y mejorar el rango de movimiento del cuello. Esta intervención no solo ayuda a reducir el dolor y la rigidez, sino que también puede mejorar la circulación nerviosa, lo que a su vez contribuye a la reducción de los hormigueos en los brazos y manos.
Si sufres de cervicalgia, tortícolis o hormigueos en los brazos, la quiropráctica puede ser una solución efectiva para restaurar tu bienestar y calidad de vida. Mediante ajustes precisos y personalizados, ayudamos a:
En la primera consulta, evaluamos tu columna para identificar la causa exacta del problema y diseñar un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades. Nuestro objetivo es que vivas sin dolor y con plena libertad de movimiento