El dolor de rodilla (gonalgia) puede aparecer por múltiples motivos: sobrecargas, lesiones articulares, desequilibrios musculares o incluso alteraciones en la forma en que te mueves. En muchos casos, no se trata solo de un problema local, sino del resultado de un desequilibrio de esta articulación, más en otras partes del cuerpo, como la columna vertebral, la pelvis, la cadera o los pies.
Cuando una articulación como la rodilla se ve obligada a compensar el mal funcionamiento de otras estructuras, puede empezar a sobrecargarse y generar molestias al caminar, subir escaleras o realizar actividades cotidianas.
El cuidado quiropráctico no trata directamente enfermedades o lesiones específicas, pero a través de ajustes específicos, puede ser una herramienta muy útil para:
Además del trabajo manual, puede ser útil complementar el cuidado con ejercicios adaptados y el seguimiento conjunto con otros profesionales sanitarios, como fisioterapeutas o médicos, especialmente si es necesario realizar pruebas de imagen como radiografías o resonancias para evaluar el estado de los tejidos.
En resumen, el cuidado quiropráctico puede ser una herramienta complementaria dentro de un enfoque global para mejorar su rodilla de forma global y a largo plazo para que pueda volver a hacer su actividad de todos los días sin dolor.
¿Notas molestias al caminar, subir escaleras o hacer ejercicio? Te invito a realizar una valoración para conocer mejor el origen del problema y ayudarte a moverte con más libertad.